El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, admitió que su país fracasó en el conflicto armado en Siria.
“Puedo afirmar que no hemos tenido éxito en Siria y tengo que irme a la cama con eso todas las noches”, reconoció Obama en su última conferencia de prensa en la Casa Blanca.
El mandatario estadounidense justificó su fracaso con su prioridad que fue adoptar medidas políticas para zanjar la crisis siria.
Asimismo, responsabilizó de la crítica situación de la ciudad de Alepo al Gobierno sirio y sus aliados, Rusia e Irán, e ignoró las masacres que han cometido los grupos denominados por su Administración como moderados en dicha ciudad.
Alegó que las operaciones del Ejército sirio convirtieron la ciudad de Alepo en escombros y polvo, lo que, a su juicio, son “horrorosas violaciones del derecho internacional”.
Obama exigió el envió de observadores imparciales a Alepo a fin de supervisar los esfuerzos para evacuar a los civiles y las bandas armadas que aún siguen en las partes orientales de la ciudad.