“El drama del pueblo sirio continúa por séptimo año y el Líbano acoge a los refugiados sirios y se solidariza con ellos, aunque las infraestructuras del país estén en rojo vivo”, afirmó en una conferencia en la sede del Ejecutivo.
Hariri aseguró que su gobierno desea el regreso “lo antes posible” de los refugiados sirios, pero estos no serán obligados “bajo ninguna circunstancia” a abandonar Líbano.
“Insto a nuestros amigos y a la comunidad internacional a ayudar al Líbano en su gran misión, acogiendo a un millón y medio de refugiados sirios (…). Si no ayudan al Líbano, buscarán otros países para refugiarse”, advirtió Hariri.
Por su parte, el ministro de Asuntos Sociales, Pierre Abu Assi, instó a responder a las necesidades de los refugiados “preservando su dignidad y la de los libaneses vulnerables, para evitar tensiones” entre las dos comunidades.
“La asistencia humanitaria no es suficiente y debe vincularse al desarrollo y a los esfuerzos para construir la paz”, destacó.
En ese sentido, señaló que “es esencial preservar la estabilidad del Líbano (…) para prevenir un deterioro de la situación que afecta a los más vulnerables y aumente la tensión entre estos y la comunidad de acogida”.