La misión arqueológica dirigida por la española María Eugenia Aubet ha comenzado a desvelar los secretos de la antigua ciudad de Tiro, en el actual Líbano, y cuyo origen se remonta al tercer milenio antes de Cristo.
“A pesar de que está muy destruida por la ciudad romana, hemos dado desde el comienzo de las excavaciones con un sitio intacto en el que trabajamos y la gran sorpresa es que estamos muy cerca del puerto meridional de la ciudad y que hemos encontrado un edificio monumental, impresionante”, asegura a Efe Aubet, recientemente condecorada con la Orden de Isabel la Católica.
La arqueóloga agregó que la parte de la urbe donde están trabajando en la actualidad se erigió hace unos tres mil años -en el primer milenio a. C.- y en ella han localizado “una gran calzada con una puerta enorme” en la que se perciben los restos del lugar donde estuvieron ubicadas unas columnas, que para Aubet “pudo ser una de las entradas de la ciudad de Tiro”.
“Llevamos muchos años acá, pero solo el año pasado comenzamos a tantear este sitio de Tiro del 1.000 a. C., la (ciudad) que fundó Cádiz y Cartago, donde nadie había trabajado desde 1973 a causa del estallido de la guerra libanesa (1975-1990)”, agregó.
Tiro fue fundada por los fenicios en una pequeña isla en la costa sur del actual Líbano en el tercer milenio a. C y fue unida al continente por terraplenes durante el reinado del monarca Hiram I (969-939 a. C), ganándole terreno al mar.
La arqueóloga, catedrática emérita en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, apunta que han hallado “muchos restos arqueológicos asociados a dicha puerta, en otros sectores cercanos”.
Estos hallazgos, según explica, muestran la existencia de “muchísimas importaciones de lujo de cerámica, vajillas de Creta, del Peloponeso, griegas, de bronces y del exterior de Oriente”.
Estos productos son una prueba, continúa la experta, “de que Tiro tuvo contactos internacionales muy intensos e impresionantes, y que fue una ciudad cosmopolita”.
Sobre el lugar que están prospectando, que se encuentra en la periferia, destacó la “puerta urbana” que ha salido a la luz.
“No hemos llegado al interior donde estuvieron las dependencias, los archivos, etc”, agrega, antes de recordar que Tiro “fue destruida completamente por un terremoto en el 550 d.C.”, que acabó con casi todo vestigio de las ciudades helenística, romana y bizantina.
Según cuenta, ya los romanos extrajeron piedras de la antigua Tiro para edificar sus monumentos, una práctica que también llevaron a cabo los británicos durante la ocupación de Palestina para la reconstrucción de “la ciudad medieval de San Juan de Acre y otras del norte de ese país”.
“La ciudad ha sido casi una cantera”, subraya Aubet.
Por todo esto, resalta que el hecho de que algún día pudieran llegar “a los restos de la Tiro fenicia de los siglos IX y X a. C., en la que hubo tantas construcciones posteriores, sobre todo romanas, es como un sueño que hace dos años nos parecía imposible”.
“No esperábamos encontrar los restos de la ciudad tan bien conservados”, concluye.
Durante sus excavaciones, que comenzaron en 1997 y que se reanudarán en septiembre en el cementerio fenicio y la próxima primavera volverán al Tiro antiguo, está acompañada por otros seis arqueólogos españoles.