El inusual periplo del jefe del gobierno libanés, quien es también líder del movimiento sunnita Mustaqbal (Futuro), se produjo un día después de que representantes de varios medios de prensa nacionales y extranjeros estuvieron en esa área invitados por Hizbulah (Partido de Dios).
Funcionarios de la dirección de prensa de la agrupación líder de la Resistencia chiita llevaron a los reporteros, previa advertencia de no sacar fotos de soldados ni publicar las tomadas, a puestos militares de la frontera desde donde pudieron constatar las medidas defensivas adoptadas por Israel.
Según explicaron, el refuerzo de los controles defensivos por parte de Tel Aviv se intensificó el pasado año a lo largo de la valla limítrofe en lo que parece la preparación de un futuro conflicto después de airadas declaraciones de autoridades sionistas advirtiendo de una potencial confrontación.
Un comandante de la Resistencia identificado como Haj Ihab indicó a los reporteros que las Fuerzas Armadas israelíes están erigiendo una berma de hasta 10 metros de altura junto a un terraplén, al tiempo que refuerzan una posición militar cerca del poblado fronterizo israelí de Hanita.
Círculos políticos, periodísticos y militares libaneses e israelíes especulan frecuentemente acerca de la posibilidad de que se desate una nueva guerra entre el Estado hebreo y Hizbulah, similar a la sangrienta beligerancia directa que protagonizaron en el verano de 2006.
Sin embargo, dirigentes de varias formaciones políticas cristianas criticaron este viernes la iniciativa del Partido de Dios con la prensa, la primera de su tipo desde el conflicto armado de 2006.
El líder del partido Fuerzas Libanesas, Samir Geagea, reprobó ayer mismo lo que estimó un ‘error estratégico’, mientras el de Kataeb (Falange), Sami Gemayel, afirmó que el recorrido preparado por Hizbulah ‘ha insultado y afectado la imagen del Estado’.
Otras fuentes cristianas citadas por el diario Al-Joumhouria lo tildaron de ‘desafío tridimensional’ al Estado libanés; a Estados Unidos, que prevé imponer nuevas sanciones al movimiento chiita; y a Israel, en medio de reportes sobre un posible enfrentamiento con el partido.
Gemayel agregó que la gira junto a un área fronteriza bajo la resolución 1701 de la ONU, la cual regula que la región esté libre de cualquier fuerza militar que no sean la Finul y el Ejército libanés, clasifica como ‘una nueva amenaza a la relación del Líbano con la comunidad internacional’.
La guerra de 34 días protagonizada entre julio y agosto de 2006 causó la muerte de unos mil 200 libaneses, principalmente civiles, y de 163 israelíes, la mayoría soldados, además de cuantiosos daños materiales en el país árabe.