El Secretario General del Ministerio del Exterior, Embajador Charbel Wehbe, encabezó la delegación del Líbano a la reunión preparatoria del Consejo de la Liga Árabe a nivel de cumbre en Amman.
Wehbe se dirigió a los presentes agradeciendo primero al Reino Hachemita de Jordania la buena acogida y organización de la vigésima octava cumbre árabe, donde todos sentimos el amor y el aprecio que nos rodea, como siempre ha ocurrido en todas las cumbres de los países árabes anfitriones.
También agradecemos a Mauritania la buena gestión de la pasada cumbre árabe durante el año pasado, y queremos felicitar al Reino Hachemita de Jordania con motivo de recibir la presidencia de la cumbre árabe, como esperamos y creemos que el liderazgo de Jordania hará todo lo posible con el fin de abordar todas las cuestiones árabes y pasar a una mejor realidad árabe.
Esperamos que la acción conjunta árabe se base en los principios de la Carta de la Liga, en especial en cuanto al respeto de las especificidades de cada estado árabe, y la no injerencia en sus asuntos internos.
Creemos que a la luz de los desafíos y peligros actuales sin precedentes que rodean nuestro mundo árabe, donde abundan el terrorismo y el pensamiento takfiri, se requiere el más alto grado de dedicación y preocupación por la estabilidad de la situación interna de todos los países árabes hermanos.
La cuestión palestina sigue siendo nuestra primera causa, y no vemos ninguna otra solución sino aquella la pautada de conformidad con las resoluciones de la ONU, y con Jerusalén Oriental como capital del Estado Palestino.
Con la elección del general Michel Aoun presidente de la República, el Líbano ha pasado a una nueva fase después de un vacío en la presidencia que duró dos años y medio. Se formó un nuevo gobierno encabezado por Saad al-Hariri, y esto se llevó a cabo en una atmósfera para darle prioridad al entendimiento interno sobre las divergencias extranjeras y regionales en cuanto a la situación de la región y sus conflictos.
El Líbano ha tenido éxito en detener el fuego del terrorismo en sus fronteras, y gracias a la voluntad de su ejército y pueblo, los libaneses están de pie unidos en la guerra contra el terrorismo, el extremismo.
El Líbano vive bajo una fórmula única y difícil que es la diversidad religiosa y sectaria, dentro el contexto de un sistema político que garantiza la unidad y estabilidad del país.
Pese a la dificultad y complejidad de esta experiencia, estamos decididos a seguir adelante con ella porque es la única manera de escapar al cerco de fuego, el caos y el extremismo”.
Seguimos aún con la esperanza de que los líderes árabes puedan expresar su solidaridad con el Líbano para afrontar los riesgos y desafíos, y para apoyarlo en la etapa la más grave de su historia, al llevar sobre sus hombros la carga de más de un millón y medio de refugiados sirios, y cerca de 500 mil refugiados palestinos.
Hoy en día, el Líbano siente una gran necesidad de que estén Ustedes a su lado, ayudarlo y solidarse con él y acompañarlo para garantizarle su estabilidad, la cohesión de su comunidad y de su diversidad religiosa y política.
Agradecemos a los países árabes hermanos por estar siempre al lado del Líbano quien comparte también los mismos sentimientos con todos ellos.