El ex primer ministro, Saad Hariri, ha sido derrotado en la última ronda de las elecciones municipales libanesas celebradas el domingo en el Norte del Líbano. Hariri, que ha intentado presentarse como el dirigente número uno de los suníes, ha visto como los resultados de estos comicios han mostrado lo contrario.
Ha sido Ashraf Rifi, dirigente político originario de Trípoli y disidente de la Corriente del Futuro, quien ganó las elecciones en el Norte, infligiendo así una humillación al magnate libanés.
Se trata de un serio revés teniendo en cuenta que la Corriente Futuro se alió con todas las fuerzas representativas del Norte con la esperanza de lograr una victoria aplastante en las municipales, que han sido vistas como un signo premonitorio del posible resultado de unos próximos comicios legislativos en el Líbano.
Los candidatos municipales apoyados por la Corriente del Futuro, como el ex primer ministro Nayib Mikati, ex ministro Mohammad Safadi, la Yamaa Islamiya y el antiguo ministro Faisal Karame, todos aliados en una sola lista, fueron superados por los candidatos apoyados por Rifi.
El Futuro buscó aliarse incluso con algunos antiguos adversarios políticos como la familia Karamé para alcanzar una victoria estratégica en esta región largamente abandonada por Hariri, pero las cosas resultaron mal.
La maquinaria electoral del Futuro estuvo entre las más débiles, señalaron los reporteros presentes en el lugar.
Una periodista del diario Al Akhbar informó sobre la pregunta de un representante del Futuro en la maquinaria electoral del partido: “¿Hay realmente elecciones hoy?”.
“No hubo contactos con el electorado, ninguna visita efectuada a las viviendas de los residentes ni una coordinación sobre el terreno. La maquinaria electoral del Futuro se fusionó con las máquinas electorales aliadas, más activas y populares, como la de Karamé y Safadi”.
No había ninguna bandera ni pancarta del Futuro ni ninguna foto de Hariri o de su padre en Trípoli. Esto basta para dejar claro que la popularidad de este partido ha caído en los últimos años.
En esta región afectada durante meses por combates fratricidas y el incremento del extremismo debido a la proximidad geográfica con la Siria en guerra, el apoyo popular a Hariri se ha hundido. Él ha estado completamente ausente de todos los acontecimientos y pruebas sufridas por la llamada “capital del Norte”.
“No es fácil dirigirse a una población con la que no nos hemos comunicado durante años”, admitió un elemento de la maquinaria electoral del Futuro. “Es la primera vez que los candidatos apoyados por el Futuro se sienten tan débiles en Trípoli”.
Rifi desplegó a jóvenes partidarios en las calles de Trípoli y a la entrada de cada colegio electoral. Sus fotos podían verse en cada muro de la ciudad. Él logró así llenar el vacío político provocado por los largos viajes de Hariri a Francia y a Arabia Saudí.
Rifi fue, pues, el vencedor y la Corriente del Futuro se han convertido en algo del pasado en la capital del Norte, Trípoli.