Deportistas libaneses rechazaron el viernes dejar subir a israelíes a bordo del autobús que les iba a llevar al estadio de Maracaná para la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Rio, indicaron miembros de las dos delegaciones.
Los dos países están todavía oficialmente en guerra y no mantienen ninguna relación diplomática. La coincidencia de atletas o artistas árabes e israelíes en eventos internacionales genera polémica de manera regular.
El incidente en Rio empezó cuando los deportistas israelíes se presentaron ante el autobús en el que ya estaban montados los libaneses.
“Pedí el cierre de la puerta”, contó a la AFP Salim Al Haj Nicolas, jefe de la delegación libanesa, “pero los atletas israelíes insistieron en subir”.
“Teníamos que compartir el autocar con la delegación libanesa. Cuando ellos se dieron cuenta pidieron al conductor que cerrara la puerta del vehículo”, relató por su parte, en su página de Facebook, Udi Gal, entrenador israelí de vela y miembro de la delegación del Estado hebreo.
Los organizadores intentaron entonces interceder y propusieron a los deportistas israelíes que subieran en otros autocares, “lo que era imposible desde el punto de vista de la seguridad y del protocolo”, afirmó Gal.
“Insistimos para subir al autocar explicando que si los libaneses rechazaban estar con nosotros entonces eran ellos los que tenían que tomar otro autocar”, añadió.
“La delegación israelí intentó deliberadamente hacernos bajar del autocar, a pesar de la atribución a cada delegación antes de la ceremonia de inauguración”, acusó por su parte Al Haj Nicolas.
Las dos delegaciones fueron finalmente transportadas en dos vehículos diferentes.
Se pudo evitar “un incidente internacional”, en palabras de Gal, pero las acusaciones se sucedieron desde ambas partes.
“La delegación israelí estaba dispuesta a mezclar política y deporte”, sentenció el jefe de la delegación libanesa.
“¿Todo esto no es exactamente lo contrario de lo que representa el Olimpismo y la delegación libanesa no ha ido en su contra?”, se preguntaba por su parte el israelí Gal.