La declaración final de la Conferencia de Paz para el Medio Oriente realizada en París, Francia, llamó a la solución del conflicto palestino-israelí sobre la base de los dos estados, conforme a las resoluciones internacionales y la frontera de 1967.
El texto fue aprobado por unanimidad ya que Gran Bretaña se reservó al respecto, y tampoco será presentado al Consejo de Seguridad la semana próxima.
Por su parte, el presidente palestino, Mahmoud Abbas, junto a otros altos dirigentes de su nación, manifestaron su regocijo por los resultados de la conferencia.
En el encuentro de alto nivel, en el que participaron representantes de más de 70 naciones y organismos internacionales, Abbas resaltó que hubo consenso final sobre todas las resoluciones internacionales legítimas al respecto basadas en el derecho internacional, para rechazar cualquier dictado, asentamiento o imposición de realidades en el terreno, incluyendo en Jerusalén Oriental.
En sus declaraciones llamó a los países que aún no han reconocido al Estado Palestino a dar ese paso, ya asumido por 138 miembros de Naciones Unidas.
En su comunicado final, la Conferencia de París pidió a palestinos e israelíes demostrar su compromiso para la solución de dos Estados y abstenerse de acciones unilaterales que perjudiquen los resultados de la negociación, principalmente sobre las fronteras, Jerusalén, y los refugiados.
Por su parte, Saeb Erekat, secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), calificó a la resolución final de París como un mensaje que deja claro que el régimen israelí no puede lograr la paz y la seguridad sin acabar primero con la ocupación de tierras palestinas.
Asimismo, el ministro palestino de Relaciones Exteriores, Riad Malki, puso de relieve que la Conferencia complementa la más reciente resolución del Consejo de Seguridad (número 2334) sobre los ilegales asentamientos israelíes.
Por otro lado, entre los círculos de poder en Israel y partidarios de conversaciones directas con los palestinos, se manifestó durante el fin de semana un marcado rechazo a la realización de la reunión de paz en Francia.