“Compatriotas libaneses y libanesas en el Líbano y en el exterior
Ustedes están invitados a votar dentro de unos días. Son nueve años después de las últimas elecciones, durante las cuales el Líbano ha presenciado grandes acontecimientos, donde ha predominado en primer lugar el flagelo del terrorismo que ha afectado a todo el Oriente Medio.
Nuestro país, gracias a nuestras Fuerzas Armadas, pudo combatir el terrorismo, se mantuvo intacto e ileso y recuperó su seguridad y estabilidad.
Después de las elecciones presidenciales del 31 de octubre de 2017, era normal adoptar una nueva ley para las elecciones legislativas, tal como lo prometí en mi discurso inaugural. Esta nueva ley electoral garantiza la representación más justa para todos los sectores de la población libanesa, mayoría y minoría, y también otorga, por primera vez, el derecho a votar a la diáspora libanesa donde quiera que esté.
Además de la representación efectiva, esta ley determina la elección política a través de las listas cerradas. Por medio de estas elecciones, el votante podrá mostrar su apreciación personal a los candidatos en la listas seleccionadas dando su voto preferencial al candidato que considere mejor.
Sin embargo, hay un inconveniente tal como lo señalaron casi todos los observadores, es el conflicto que ha surgido entre los miembros de la misma lista para obtener el voto preferencial.
Sin embargo, este hecho no es atribuible a la ley por si, sino a los propios candidatos. De hecho, la ley es el marco que otorga a los votantes la libertad de elegir, mientras que el conflicto se debe a la falta de cooperación entre los miembros de la misma lista, o al hecho de que no son utilizados por ser parte de una competencia positiva.
Otro inconveniente que ha surgido recientemente es el declive del discurso político, el más peligroso que se mueve actualmente hacia la alimentación del fanatismo.
Compatriotas candidatos,
La aspiración política es un proyecto y un derecho para aquellos que se sienten competentes y capaces de ejercer el servicio público y de dirigirse a la gente para convencerlos de que también han adoptado un derecho que les pertenece. Sin embargo, eviten hablar a los instintos y aléjense de la exacerbación sectaria y confesional y de la instigación a la violencia. Háblen a los cerebros de los votantes y no a sus instintos. De hecho, la incitación al sectarismo es el primer paso hacia la sedición y la discordia. No las encienden para obtener un escaño en el Parlamento.
Compatriotas ciudadanos,
Depende de ustedes asumir la primera responsabilidad. La libertad es una responsabilidad, la misma aplica para su elección.
Libérense de los medios de presión y de las tentaciones que corrompen la conciencia. La cabina de votación existe para este propósito, y detrás de ella se encuentra una persona libre. Asegúrense de que su voto sea una promesa de confianza y un verdadero poder delegable seguido de una verdadera responsabilidad. De hecho, su papel no termina en las urnas, porque comenzará desde allí.
El éxito de gobernabilidad requiere una verdadera asociación entre la población y sus representantes, y también implica una responsabilidad real en caso de cometer errores o no, para que estén a la altura de su confianza. No renuncien a su papel que está consagrado en la nueva ley electoral.
Algunos valores en la vida se conceden de forma gratuita, como el amor, la confianza y la libertad de conciencia, que no se pueden comprar ni vender. Si estos valores pierden su gratuidad y se convierten en un producto a la venta, el amor se convertiría entonces en un acto de prostitución, así la confianza y la conciencia igualmente.
Dejen que su voto en las elecciones sea gratuito y libre y una expresión de su confianza en aquellos por quienes ustedes deseen votar.
No voten por aquellos que les ofrecen dinero, porque aquellos que los compran eventualmente los venderán, y aquellos que venden el ciudadano les será fácil vender la patria. No voten por los que pagan porque no podrán hacerlos responsables en caso de cometen errores en el futuro.
No voten por los que pagan y demuestran generosidad, y recuerden que las obras de caridad no son ocasionales que se presentan tan solo durante las elecciones.
No voten por aquellos que vendieron la soberanía y lo siguen haciendo en cada ocasión.
No voten por aquellos que convirtieron sus derechos en servicios monopolizados por ellos mismos y los utilizan para chantajearlos cuando sea necesario.
No sean falsos testigos y no se conformen con menos de la verdad para mantener la conciencia clara.
No les creen a quienes los abruman con promesas que van más allá de la realidad y la práctica, porque no cumplirán con sus promesas. Recuerden que las promesas electorales son solo vinculantes para quienes las creen.
Tengan cuidado con aquellos que lanzan campañas basadas solo en los aspectos negativos de los otros y que solo recurren en sus discursos políticos a la difamación, la calumnia y el rumor, sin tener realmente un proyecto concreto que presentar.
Eviten, e incluso rechacen a todos aquellos que exacerben los sentimientos del sectarismo y el fanatismo porque socavan la estabilidad del país.
Recuerden el historial de los candidatos, su pasado y presente.
Piensen en su futuro y el de sus hijos. Pongan el interés general del país por encima de los intereses personales.
Apelen a su conciencia, y luego elijen y voten en las urnas.
Compatriotas jóvenes
Aquellos que votan por primera vez, ustedes representan el futuro del Líbano. No sean neutrales e indiferentes frente a todo lo que sucede a su alrededor. El cambio esperado solo ocurrirá por medio de ustedes. Por mucho que quieran mantenerse al margen de la política, la política se impondrá sobre ustedes e influirá en el curso de su vida.
Sean proactivos y factor decisivo para que no se limite su papel solamente a obtener los resultados y soportar la carga de las consecuencias. Las elecciones son el primer paso para elevar su voz. Participen masivamente para que su voz pueda ser escuchada.
Compatriotas libaneses de la diáspora en todo el mundo
Ustedes son la profundidad del Líbano en el mundo. Por primera vez en el Líbano, se promulga una ley electoral que les otorga el derecho a participar en las elecciones por donde se encuentran. Aférrense a este derecho y que su participación sea la expresión de su apego y vínculo a su país de origen, y muestren su sincera voluntad en contribuir en la realización de los cambios en su país.
Compatriotas libaneses,
El primer paso hacia la desintegración de las sociedades es en abandonar los valores, y omitir los errores y aceptarlos. El gran temor hacia nuestra sociedad es que se convierta la corrupción en un hábito que convivimos con ella, que el soborno sea justificado y aceptado, y que la mentira sea permitida y justificada.
Tengo grandes esperanzas de que ustedes estarán a la altura de la responsabilidad, y elijaran de acuerdo a los valores sobre los que fuimos criados, con una conciencia pura y una libre voluntad.
El proceso electoral es el camino para auto reformar la democracia. Hoy día, cada voto de ustedes tiene mayor valor y efectividad. Falta que ustedes ejercitan su derecho en elegir. No renuncien a él.
Elegir es un deber nacional y única forma de cambiar en una democracia.
Es un acto de existencia, queridos libaneses. No intenten auto eliminarse.
Viva el Líbano
Odiaspora.org