El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha expresado este martes su deseo de que el Gobierno de Líbano dé marcha atrás en su decisión de congelar los permisos de residencia de los trabajadores de la agencia, después de que el ministro de Exteriores del país, Gebran Bassil, acusara al organismo de “intimidar” a los refugiados sirios con el objetivo de disuadirles de volver a su país.
El portavoz de ACNUR, Andrej Mahecic, ha subrayado “la importancia de trabajar de cerca con el Líbano para encontrar soluciones seguras, dignas y sostenibles para los refugiados sirios” y ha recalcado que la agencia “respeta en todos los países los derechos de los refugiados a decidir libremente y por sí mismos sobre su regreso a casa”.
“De la misma forma, no desanimamos los retornos que se fundamentan en decisiones individuales libres e informadas”, ha asegurado, al tiempo que ha indicado que ACNUR está “muy preocupado” por el citado anuncio de Beirut.
Mahecic ha dicho que la medida “afecta al personal y sus familias e impacta directamente sobre la capacidad de ACNUR para llevar a cabo de forma efectiva una protección fundamental y un trabajo sobre soluciones en el Líbano”.
“Nuestro trabajo está dirigido a apoyar al Gobierno del Líbano y las autoridades locales a la hora de gestionar el tremendo desafío al que hace frente el Líbano al acoger a cerca de un millón de refugiados sirios”, ha señalado.
Por último, Mahecic ha recalcado que entre los objetivos de la agencia está también “continuar los esfuerzos con la familia de la ONU y la comunidad internacional para encontrar soluciones duraderas para los refugiados fuera del Líbano”.
LAS ACUSACIONES DE BASSIL
El día anterior al anuncio de la congelación de los permisos, Bassil explicó que las autoridades libanesas “han acogido al mayor número de desplazados” y agregó que “con todo el cariño les dicen ahora que la hora de volver ha llegado, ya que se dan las circunstancias adecuadas”.
“Declaramos nuestra determinación de romper la voluntad internacional de evitar que los desplazados sirios vuelvan a casa”, manifestó. En este sentido, dijo que “se ha enviado una delegación para verificar que ACNUR ha asustado a los sirios que quieren volver de forma voluntaria”. “Hemos documentado la información y hay testigos”, añadió.
“ACNUR se enfrenta a la política libanesa, que se basa en rechazar la naturalización y la integración de los sirios desplazados y, a pesar de nuestras advertencias, ha continuado su proceso. Por eso anuncio que a partir de mañana tomaré la primera medida contra la agencia”, remachó, sin dar más detalles.
El Líbano acoge a cerca de un millón de refugiados registrados, según datos de Naciones Unidas, si bien su cifra podría ser mayor, lo que supone alrededor de una cuarta parte de la población total del país.
Algunos políticos libaneses, entre ellos el presidente, Michel Aoun, han abogado en varias ocasiones por el retorno de los refugiados a zonas que no estén en conflicto en Siria y han alertado de la presión que supone la situación para el Líbano a nivel económico y social