Las bodegas del Líbano elaboran vinos de gran factura que consiguen, cada vez más, reconocimiento y fama internacional. Y ya pueden encontrarse en España
OIV – El vino Libanés gran protagonista del sector
Alrededor de 29.000 hectáreas de viñedos y una treintena de bodegas avalan la producción vitivinícola de un pequeño país, Líbano, que vive un importante auge económico, tras décadas de conflictos armados, y que exporta anualmente más de siete millones de botellas de un vino cada vez más apreciado en el mundo.
En el país de los cedros y las montañas nevadas se cultivan uvas y se obtienen vinos desde hace más de cinco mil años, justamente cuando los fenicios, grandes comerciantes de la antigüedad, comenzaron a elaborar y embarcar vinos en ánforas de barro para llevarlas a todos los rincones del Mediterráneo: Egipto, Roma, Grecia, Israel y Cartago.
Líbano es seguramente la región productora de vinos más antigua del mundo; no en vano allí se encuentra la tierra de Canaán donde, según la Biblia, vivió Noé, considerado el primer viticultor de la historia.
Así, se puede decir que el Líbano es la región productora de vinos más antigua del mundo; no en vano allí se encuentra la tierra de Canaán, donde vivió, según la Biblia, Noé, considerado el primer viticultor de la historia, y también allí supuestamente Jesucristo obró su primer milagro convirtiendo el agua el vino durante un banquete nupcial.
Hoy se elaboran vinos en varios puntos del Líbano, pero las regiones vitivinícolas más productivas y reconocidas, tanto fuera como dentro del país, son: el Valle de la Bekaa y la región de Monte Líbano, zonas donde se cultivan de forma intensiva apreciadas variedades internacionales como cabernet sauvignon, syrah, garnacha, merlot, monastrell, viognier y semillón, entre otras.
El valle de la Bekaa y la zona de Monte Líbano son las regiones vitivinícolas más importantes del Líbano
Bekaa, el valle privilegiado
A unos 30 kilómetros de Beirut, la capital del país, se halla el valle de la Bekaa, una tierra que disfruta de más de trescientos días de sol al año y territorio extremadamente fértil donde se encuentran algunas de las bodegas más prestigiosas y galardonadas del Líbano como Ksara, Château Kefraya y Massaya.
En el Valle de la Bekaa comenzó la industria moderna de la producción de vinos en el Líbano cuando, en 1857, un grupo de monjes jesuitas franceses fundaron la bodega Ksara utilizando las técnicas francesas de elaboración del vino.
Hoy en día, Château Ksara, la bodega más antigua del país, sigue creando grandes vinos que descansan en su bodega natural ubicada en el interior de una gruta descubierta por los romanos.
No hay restaurante con estrellas Michelin que se precie que no cuente en su carta de vinos con algún tinto del Château Ksara
Sus creaciones son muy aclamadas y galardonadas en todo el mundo y no hay restaurante con estrellas Michelin que se precie que no cuente en su carta de vinos con algún tinto del Château Ksara.
Os recomendamos que empecéis probando dos de sus referencias más distinguidas y valoradas, su Ksara Château Rouge, elaborado con uvas cabernet, merlot y petit verdot, un vino robusto, sabroso y de gran personalidad y, por supuesto, el Ksara Réserve Du Couvent, con uvas syrah, cabernet sauvignon y cabernet franc.
Un vino premiado en el año 2015 con la medalla de oro en el concurso Berliner Wine Trophic, que destaca por sus elegantes y suaves taninos y también por su fruta, longitud y persistencia en boca.
Kefraya, la bodega más innovadora
Château Kefraya, situada a 20 kilómetros de la ciudad de Chtaura y con más de 300 hectáreas plantadas, es la bodega más moderna del país y sus vinos son muy apreciados para la exportación.
A 20 kilómetros de la ciudad de Chtaura, Château Kefraya es la bodega más moderna del país y sus vinos son muy apreciados para la exportación
Uno de los más glorificados es el Comte de M., un coupage de uvas cabernet sauvignon y syrah, al que Robert Parker concedió 93 puntos en la cosecha del 2012.También es muy apreciado el vino blanco Comtesse de M., con uvas chardonnay y viognier, una acreditada elaboración que envejece 24 meses en barricas de roble francés, que resulta rico y delicado y que expresa aromas de vainilla y finos sabores amaderados y complejos que le convierten en uno de los grandes vinos blancos del Líbano.
MASAYA
Otra excelente bodega del valle de la Bekaa es Masaya, situada en el corazón del valle, en Tanail, que comenzó a producir sus primeras botellas en 1998. Un clima con enorme amplitud térmica entre el día y la noche sumado a veranos calurosos e inviernos nevados hace que sus vinos gocen de gran equilibrio, sabor y distinción.
Su Massaya Gold Reserve 2000, elaborado con uvas monastrell y cabernet sauvignon, es uno de sus vinos más sobresalientes y emblemáticos.
En la fértil región montañosa de Monte Líbano despuntan dos importantes châteaus cuyas referencias pueden encontrarse en las principales tiendas especializadas de París, Londres, Madrid o Nueva York: Fakra e IXSIR
Monte Líbano, la tierra de las montañas
En la fértil región montañosa de Monte Líbano, con una ubicación junto a la costa mediterránea y con lluvias que se acercan a los 1.500 mililitros al año al norte y unos 1.000 al sur, despuntan dos importantes châteaus, que elaboran grandes vinos que pueden encontrarse en las principales tiendas enológicas de ciudades como París, Londres, Madrid o Nueva York: Fakra e IXSIR.
Château Fakra se encuentra en Kfardebian, uno de los principales núcleos agrícolas del país, donde se hallan los milenarios templos de Fakra. Su vino denominado Château Fakra Cabernet Sauvignon despunta por su complejidad aromática densa y poderosa y sus taninos aterciopelados y flexibles con un final largo.
Los vinos de IXSIR reflejan la pureza y la frescura de las montañas libanesas a través de la riqueza, la elegancia y la complejidad
La bodega Château IXSIR se ubica en las montañas del Líbano, en suelos calcáreos y arcillosos desde Batroun hasta Jezzine, que se benefician de un microclima único.
Los viñedos de IXSIR culminan a una altura de 1,800 metros, lo que los convierte en los más altos del hemisferio norte. El nombre IXSIR deriva de iksir, la palabra original en árabe para elixir, una palabra común a muchos idiomas que define la forma más pura de todas las sustancias.
Los vinos de IXSIR reflejan la pureza y la frescura de las montañas libanesas a través de la riqueza, la elegancia y la complejidad.
Esta distinción se aprecia especialmente en el IXSIR Grande Reserve Red, un coupage de uvas syrah, cabernet sauvignon y arinarnoa, que muestra mineralidad mediterránea con exuberantes aromas de frutas maduras y especias. Su sabor concentrado está envuelto en una textura fina que le confiere un gran atractivo. En boca se presenta rico y suave a la par que complejo y persistente. Sin duda, un gran vino.
No os arrepentiréis si la próxima vez que acudáis a vuestra enoteca o restaurante favorito os decantáis por alguno de estos vinos del Líbano.
Además de sorprenderos por sus excelentes propiedades organolépticas,probablemente os convertiréis en fieles seguidores de la producción enológica de un país situado al otro lado del Mediterráneo que muestra una interesante y variada vitivinicultura con una historia de miles de años a sus espaldas.