Porque el Líbano permanece aún sin presidente de la Republica

1-baabda-palaceDesde el 25 mayo 2014, fecha de expiración de mandato del ex presidente de la República Michel Suleiman, según la constitución, el parlamento libanés debía reunirse a partir este día y elegir a un sucesor a la presidencia, acto que hasta el día de hoy no se ha realizado. ¿Pero cuáles son las causas, trabas u obstáculos que impiden realizar dicha elección?

Para bien comprender esta situación, es necesario conocer las organizaciones políticas que conforman al actual parlamento y el número de diputados que cada una de ellas dispone, y las alianzas en que están divididas: 8 y 14 marzo (en referencia a las dos manifestaciones de marzo 2005).

La primera alianza 8 marzo la conforman principalmente el partido Hezbollah, el movimiento Amal del jefe del parlamento Nabih Berry, la Corriente Al Marada de Sleiman Frangieh, la Corriente Patriótica Libre (CPL) del general Michel Aoun (se integró en 2006), y otros, con un total de 57 diputados, mientras que la segunda alianza 14 marzo la conforman la corriente Futuro de Saad Hariri, el partido socialista de Walid Jumblatt, el partido Kataeb de Amin Gemayel, las Fuerzas Libanesas (FL) de Samir Geagea, y otros, con 73 diputados.

Según la constitución, para que haya quórum necesario, iniciar la sesión y elegir al nuevo presidente, deben concurrir a la primera convocatoria del parlamento no menos de las 2/3 partes del conglomerado de diputados. 86 de 128 diputados es el número requerido. Al haber quórum, y no se llega a elegir al presidente por mayoría de votos, se convoca a una segunda convocatoria con 65 diputados (50% +1). En todas las convocatorias realizadas hasta el día de hoy, no se ha logrado el quórum.

Para abordar más sobre el tema que nos ocupa y analizarlo desde todo punto de vista, es necesario retroceder un poco con el tiempo y hacer un recuento de los acontecimientos políticos más importantes  durante los últimos 10 años.

Relato de los hechos

Desde su regreso del exilio en Francia el 7 mayo 2005, días después del retiro de las tropas sirias del Líbano, el General Michel Aoun insistió mucho y en varias ocasiones en la necesidad de redactar una nueva ley electoral justa y representativa para corregir todas las anomalías presentes de la actual. Pidió además prorrogar la fecha de las elecciones programada para mayo hasta agosto para poder terminar con la redacción de la ley, y presentarla luego al parlamento para que fuese aprobada.

Gracias a la ley electoral que les favorecía ((Ley 2000, o Ley Gazi Kanaan, antiguo comisario sirio en el Líbano), esta propuesta fue rechazada de inmediato por los candidatos de 14 marzo, quienes buscaban rápidamente, y a como dé lugar, obtener una mayoría al parlamento y formar desde luego un nuevo gobierno. Las elecciones arrojaron una mayoría de diputados a favor de 14 marzo. El bloque de reforma y cambio de Aoun obtuvo 21 diputados.

La ley electoral que era vigente desde el año 2000, fue modificada parcialmente luego en la reunión de Doha, Qatar, en mayo 2008, cuando todos los líderes libaneses se reunieron allá y acordaron elegir por consenso al comandante del Ejército, Michel Suleiman, como nuevo presidente de la Republica. Pero esta nueva ley 60 como la llaman (data del año 1960),  mantuvo una cierta ventaja a favor de 14 marzo, y en menos grado para 8 marzo, eliminando a las minorías políticas y religiosas.

Cuando se inició el dialogo en Bkerke en 2012-2013 entre los 4 principales líderes maronitas (Aoun, Geagea, Frangieh y Gemayel), estando presente el patriarca Al Rae en todas las reuniones, se enfatizó mucho sobre la necesidad de que los cristianos eligiesen directamente a sus propios representantes al parlamento, tal como lo estipula la constitución (paridad de diputados cristianos y musulmanes), dado que buena parte de los diputados cristianos (40%) son elegidos en los distritos con votos preponderantes sunitas, chiitas y drusos. Entre lo que se acordó:

-Que el presidente de la República debe ser una persona fuerte, líder de su comunidad y su entorno, tal como lo son el primer ministro sunita y el jefe del parlamento chiita.

-La adopción de la “Ley Electoral Ortodoxa”. Esta ley consiste en permitir a cada comunidad religiosa elegir a sus representantes al parlamento.

El día que iba a ser entregada al parlamento para ser aprobada, la ley fue bloqueada de repente por Geagea el 15 mayo 2013, porque, según el jefe de las FL, ella causaría  una división religiosa dentro la sociedad libanesa.

Descartada la ley ortodoxa, comenzaron a escucharse muchas voces solicitando la adopción de la ley proporcional. Se presentaron varias fórmulas: el Líbano 1, 13 o 15 circuitos. Esta ley considerada por la mayoría de la población como la más justa entre todas, porque otorga a cada quien lo que le corresponde, y no quita nada a nadie; además fortalece los vínculos entre las diferentes comunidades religiosas, y permite por lo tanto a las minorías acceder al parlamento. Todas estas propuestas y formulas fueron en vano y rechazadas por la mayoría actual de diputados (14 marzo).

Vale recordar que el sistema de repartición de número de diputados en los circuitos electorales, y la creación de listas grandes cerradas, fueron confeccionados a su medida por el ex primer ministro Rafic Hariri en el año 2000, durante la época siria.

En junio del 2013, fecha de expiración del actual parlamento, los diputados de ambos campos decidieron prorrogar su mandato hasta octubre 2014, con la excusa de que la situación del país no permitía para aquel entonces celebrar las elecciones por razones de seguridad. En junio del 2014, prorrogaron nuevamente su mandato hasta mayo 2017, alegando lo mismo y asegurándose de esta forma otro periodo más de 4 años. Los únicos que se opusieron a las dos prórrogas fueron los diputados de la CPL de Aoun. Ellos exigieron llevar a cabo las elecciones legislativas, y consideraron que el actual parlamento es ilegitimo porque se auto prorrogó su mandato sin consultar al pueblo.

En julio del 2014, con el objeto de salir de la crisis política que vivía el país, el General Aoun propuso que el presidente fuese elegido por sufragio universal y no por el parlamento como estipula la Constitución.  “Propongo una enmienda constitucional limitada para que el presidente de la República sea elegido por sufragio universal en dos vueltas: la primera con el solo voto de los cristianos para escoger a los dos candidatos maronitas de mayor votación, y la segunda con el voto de todos los libaneses para escoger a uno de estos dos candidatos”. Como todas las anteriores, la propuesta fue rechazada otra vez por la mayoría de 14 marzo.

Dada la polarización reinante entre los dos campos 8 y 14 marzo, y el bloqueo mutuo de ambos a los candidatos aspirantes al no concederse el quórum requerido, la tan prolongada vacancia del cargo y la premura para que el Líbano tenga un presidente, han llevado al patriarca Al Rae a proponer nombres de figuras maronitas independientes como candidatos de consenso, pero tropezaba siempre con la posición de la mayoría cristiana, del general Aoun precisamente, quien insistía en corregir todos los fallas y anomalías de la ley electoral, y devolver a las minorías religiosas y políticas, los cristianos en especial, sus derechos usurpados por una mayoría parlamentaria, pero minoría popular, según los resultados de las dos elecciones 2005 y 2009. “El poder en el Líbano necesita refundarse, y para hacerlo hay que  cambiar la ley electoral actual”, precisó Aoun.

“La pésima gestión del periodo del presidente Michel Suleiman no era tan alentadora para aceptar a otro candidato más de consenso” subrayó Aoun.

Viendo la escena desde otro ángulo, el dúo Hariri-Jumblatt y otros, favoreciéndose de la ley electoral 60, y para preservar su mayoría y privilegios, temen perder esta mayoría una vez aprobada la ley proporcional, por lo tanto, no aceptan ninguna modificación de la misma. Ellos alegan que el presidente debe ser electo por el actual parlamento, y  luego realizar las elecciones legislativas.

Por su parte, el General Aoun considera que este parlamento del cual él forma parte, es ilegitimo e inconstitucional porque auto prorrogó su mandato dos veces, aún antes de terminar el periodo del presidente Suleiman, y sin consultar al pueblo. El propone que sea el pueblo quien elija al presidente, o, sino, ir a unas elecciones legislativas cambiando la ley electoral actual por otra, proporcional, ortodoxa u otra, y luego elegir al presidente. Como se ve, el juego quedaba trancado.

Candidatura de Aoun

Las elecciones legislativas de mayo 2009, donde se invirtieron enormes cantidades de dinero para derrotar a Aoun (1500 millones de dólares), permitieron al líder del bloque reforma y cambio salir ileso junto a sus aliados, Frangieh y Tachnac, y aumentar su cuota de diputados de 21 a 27, convirtiéndose en la segunda fuerza política después de la corriente Futuro de Hariri en el parlamento. El propósito era, además de derrotar a Aoun, aislar también a su aliado Hezbollah, vencedor en la guerra contra Israel en julio 2006.

Vale recordar aquí la firma de carta de entendimiento entre el general Aoun y Hassan Nasrallah en la iglesia Mar Meckael Chiyah en febrero 2006,  la cual sigue aún vigente.

La candidatura de Aoun a la presidencia data de noviembre 2007, fecha de expiración del periodo del ex presidente Emil Lahoud, cuando se mantuvo el Líbano casi 6 meses sin presidente, hasta mayo 2014, por no llegar a un acuerdo sobre el candidato a elegir.

Cuando asumió Michel Suleiman la presidencia como candidato de consenso en mayo 2008, Aoun se ofreció en ayudarlo con todo, dado que Suleiman no disponía de ningún diputado, en cambio Aoun tenía un bloque de 21 diputados. Pero tan pronto se deterioraron las relaciones entre los dos a raíz de la formación del gobierno, el reparto de las carteras ministeriales y la parcialización de Suleiman a favor de 14 marzo. Las relaciones se mantuvieron deterioradas entre los dos hasta el término del periodo presidencial, en mayo 2014.

En enero 2014, cuatro meses antes de vencer el periodo de Suleiman, el General Aoun tomó la iniciativa y viajó a Paris para reunirse con Hariri y ponerse de acuerdo con él sobre la fórmula a buscar para la presidencia. Días después de llegar a un acuerdo para compartir con él los cargos de presidente y primer ministro, se retracta Hariri y se echa para atrás.

Vale recordar que los dos hombres se habían reunido en enero 2008, meses antes de asumir Suleiman la presidencia, donde Aoun le había planteado lo mismo.

Muchos analistas atribuyen este cambio de decisión de Hariri al avance militar del grupo armado Al Nusra en Jisr al-Shughour, en la provincia Edlib de Siria. No era ningún secreto que Al Nusra es financiado y armado por Arabia saudita.

Candidatura de Frangieh

Ante el prolongado estancamiento en la presidencia, surge de manera sorpresiva en noviembre pasado la candidatura del líder Suleiman Frangieh, gran aliado de Aoun e integrante del bloque de reforma y cambio y de 8 marzo.

Todo comenzó cuando una reunión tuvo lugar en París entre Frangieh y Hariri, donde este último decidió respaldar la candidatura de Frangieh y prometió anunciarla a su regreso al Líbano. El líder del Marada había declarado constantemente que él respaldaba fuertemente la candidatura de Aoun, pero en caso de estancarse, y de tener él chance de ser candidato de consenso, no iba a perder esta oportunidad, siempre con el aval de Aoun, según él.

Entre los planteamientos más importantes que dejó entrever Hariri en su reunión con  Frangieh, eran mantener vigente la actual ley electoral 60 sin cambio alguno, y encabezar él mismo el gobierno durante todo el periodo presidencial de 6 años sin sufrir bloqueo por parte de Hezbollah, entre otros…

Frangieh, por su lado, dejó abiertos todos estos planteamientos para consultarlos con los aliados, Aoun, Hezbollah y Berry.

Objetivos de Hariri detrás de la candidatura de Frangieh

No es ningún secreto que Frangieh es un gran amigo personal y aliado declarado del presidente sirio Bachar El Assad, y que Hariri y aliados, Arabia saudita a la cabeza, buscan como sea derrocar a Assad y sacar a Hezbollah de Siria. Añádale que Hariri había acusado a Frangieh, siendo este ministro del interior, de la desaparición de evidencias en el atentado contra su padre Rafic en febrero 2005. Más aún, Hariri había declarado a principios del inicio de la guerra en Siria en 2011, que deseaba regresar al Líbano vía Damasco. Se refería a la pronta caída de Assad en aquel entonces.

No hay lugar a dudas, de que lo que busca Hariri detrás de su respaldo a Frangieh a la presidencia, son intereses políticos y económicos. Enumeremos algunos:

1-Frangieh apoyó el acuerdo de Taef en 1989 y ha sido uno de sus grandes abanderados. El participó en todos los gobiernos de su padre Rafic Hariri, pese a las fuertes discusiones que tuvo con él en los consejos de ministros, mientras que Aoun ha rechazado fuertemente el acuerdo, porque limita las prerrogativas del presidente, entre otras, y ha pagado un alto precio por su postura al ser exiliado.

La sobrevivencia del acuerdo de Taef para Hariri es clave, porque allí se juega el futuro de la influencia saudita en el Líbano, después de haberla perdida en Siria, Irak y Yemen.

2-El respaldo cristiano a Frangieh se concentra sobre todo en los distritos del norte, mientras que el de Aoun trasciende mucho más allá para abarcar a casi todo el Líbano.

3-Buscar una división dentro la gran alianza cristiana (Frangieh-Aoun) y debilitarla. Para Hariri, los cristianos históricamente siempre han sido reacios y huesos difíciles de roer.

4-Debilitar la gran alianza del campo 8 marzo donde Hezbollah, Frangieh y Aoun son sus grandes pilares.

5-Proyecto de Solidaire, deuda pública libanesa, desfalco de finanzas públicas (libro al ebraee al mustahil), explotación de gas y petróleo, y muchos otros, son expedientes de suma importancia que Hariri debe tratarlos anticipadamente con el futuro presidente de la Republica.

La intervención militar rusa, el avance de las tropas del ejército sirio, y el debilitamiento del Eje saudita en Siria implican para hariri una actuación rápida y sin demora para salvar lo que se pueda, añádale su larga estadía afuera del Líbano, causa de malestar y descontento entre sus seguidores, amen del auge de los movimientos fundamentalistas salafistas, sus verdaderos contendores en las próximas elecciones.

Con Frangieh en la presidencia, el costo a pagar siempre será inferior comparado con el de Aoun.

Conclusión

Desde el acuerdo de Taef en noviembre 1989, los cristianos del Líbano han tenido que  soportar todos los embates de la política regional e internacional, donde han sido excluidos en todas las grandes decisiones. Las leyes electorales legislativas siempre les han sido adversas, y buena parte de sus diputados les han sido impuestos durante un cuarto de siglo. Las prerrogativas del presidente de la República han disminuido a tal punto que el Jefe de Estado ahora tiene derecho de participación en consejo de ministro más no en la votación, gracias al acuerdo de Taef. El presidente de la Republica cristiano debe ser electo por consenso por todas las fuerzas políticas del parlamento, mientras que el primer ministro sunita y el jefe del parlamento chiita son nombrados a los respectivos cargos, los líderes de sus propias comunidades.

Tanto la política de asociación entre las diferentes comunidades religiosas como la igualdad de derechos, ambas establecidas en la constitución, no están del todo bien implementadas en el Líbano, debido al monopolio del poder por una clase política corrupta que busca como endeudar al país del cedro más allá de sus capacidades (70 millardos de dólares actualmente), para aprovecharse de sus recursos naturales recién descubiertos, y someter al Líbano política y financieramente a sus designios.

El Líbano se encuentra actualmente, más que nunca, sometido a presiones externas para elegir como sea a un presidente, y para que este último firme los acuerdos de los proyectos previstos en petróleo y gas y otros…

Independientemente de quien llegara a ser presidente, Aoun, Frangieh u otro, y para salir de este círculo vicioso que vive el Líbano de hace cuarto de siglo, los libaneses deben reclamar con viva voz la celebración de elecciones legislativas bajo un sistema electoral equilibrado y justo: llámese proporcional, ortodoxo u otro, pero que interprete verdaderamente el sentir del pueblo, integrando a las minorías en las decisiones, y no marginarlas como ha ocurrido hasta ahora.

Una ley electoral justa y representativa a semejanza de los países desarrollados y otros, debe traducirse en un clamor nacional, porque ella es y será la única solución a los problemas del Líbano, hoy, mañana y siempre.

Unión Líbano Libre de Venezuela  21 Diciembre  2015