La agenda del primer patriarca maronita prevé encuentros con el rey Salman bin Abdul-Aziz y el príncipe heredero Mohammad bin Salman.
Pese a la crisis generada por la rara dimisión del jefe del Gobierno libanés, la relación fraternal que une a los dos países sigue presente, expresó el visitante a poco de arribar a la capital saudita.
La visita de Al Rae coincide con las negativas consecuencias derivadas de esa renuncia, causante de una ruptura en el frágil equilibrio del Gobierno que, por Constitución, establece que el presidente tiene que ser cristiano maronita; el primer ministro, musulmán sunita, y el titular del Parlamento, chíita.
De momento no hay un candidato idóneo para sustituir a Hariri ni tampoco como líder del partido político Movimiento Futuro que ocupa siete carteras en el Gabinete.
El Líbano ya vivió un proceso similar durante 29 meses en que no hubo ocupante del sillón presidencial y luego de un acuerdo en octubre de 2016 entre todas las fuerzas políticas asumió Michel Aoun y más tarde Hariri.
Al Rae declaró que la presente visita tuvo una primera etapa en 2013, pero las circunstancias existentes impidieron llevarla a cabo sin especificar cuáles fueron esas condiciones.
‘Quiero expresar mi gratitud al Rey Salman por esta invitación que vino junto con la renuncia de Hariri. Los libaneses están esperando que regrese ‘, dijo el patriarca poco antes de embarcarse hacia Arabia Saudita.
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