Más de 30 militares sirios murieron esta madrugada tras un atentado dinamitero contra la sede de la administración de transporte del ejército en la localidad de Harasta, a cuatro kilómetros al este de Damasco, confirmaron fuentes oficiales.
De acuerdo con los primeros reportes, la carga explosiva de casi dos toneladas fue introducida a través de un túnel que conducía hacia el edificio de cuatro plantas, el cual quedó totalmente destruido.
Los informes preliminares indicaron que entre las 33 víctimas está el general Bilal Bilal y otros tres altos oficiales.
Añadieron que tras la confusión y el caos reinante, grupos armados atacaron el cercano barrio capitalino de Jobar, pero fueron rechazados.