La Corriente Patriótica Libre (CPL) negó hoy que el presidente libanés, Michel Aoun, haya cometido interferencias en las elecciones parlamentarias del próximo 6 de mayo.
Rumores informativos dieron cuenta que Aoun tomó decisiones para aislar a oponentes de CPL en la carrera por un asiento en el hemiciclo.
Una declaración del bloque de Cambio y Reforma, con formación mayoritaria de la Corriente Patriótica Libre, salió al paso de esos reportes que ocurren en medio de tensiones crecientes ante un ejercicio comicial que cambiará las reglas de juego.
La introducción de la proporcionalidad, es decir, que quienes obtengan más numero de votos conquistarán más curules, pone en crisis a los tradicionales ocupantes de esos asientos.
Con esa modalidad, aspiran con mayores posibilidades los candidatos independientes o surgidos de la sociedad civil que antes perdían la batalla, en tanto que se aplicaba el sistema de que el vencedor en un distrito se lo llevaba todo.
Quizás las dificultades para formar coaliciones electorales, influyan en el nerviosismo evidente en las agrupaciones políticas de mayor solera, aunque también desgastadas ante la opinión pública.
De ahí que comiencen a buscar alternativas sórdidas en el intento de conquistar el electorado y reducir las posibilidades de sus oponentes.
Aoun, fundador de CPL, se hizo de una aureola de popularidad con su actuación ante el episodio de la anunciada renuncia y luego revocada del primer ministro Saad Hariri en noviembre pasado desde Arabia Saudita.
El presidente libanes rechazó aceptar esa extraña decisión y dijo que solo cara a cara tendría en cuenta los argumentos de Hariri, quien alegó peligro para su vida y una presunta creciente influencia de Irán en el Gobierno.
Sin embargo, las opiniones favorables al partido CPL del jefe del Estado, cayeron poco después en desgracia con posterioridad por un desliz cometido por su actual jefe, el canciller Gebran Bassil.
En una ceremonia de unos pocos asistentes, Bassil llamó ‘bandido’ al titular del Parlamento, Nabih Berri, pero esa infeliz frase se filtró a los medios como consecuencia de lo cual hubo conatos violentos en los días siguientes.
Los seguidores de Berri, jefe del partido Amal, quemaron neumáticos, rompieron patrimonio público y hasta hubo disparos de armas de fuego.
Esa situación evidenció remanentes de enfrentamientos históricos entre cristianos y musulmanes.
La formación de Bassil representa a los primeros y la del jefe de los diputados, a los segundos.