Una jueza federal de Estados Unidos bloqueó este sábado parte del polémico veto de viaje temporal a siete países de mayoría musulmana con historial terrorista impuesto por el presidente del país, Donald Trump.
La jueza Ann M. Donnelly, del Tribunal del Distrito Federal de Brooklyn, Nueva York, dictó que los refugiados u otras personas afectadas por la medida y que han llegado a aeropuertos estadounidenses no pueden ser deportados a sus países.
En una vista de emergencia, la magistrada respondió a una demanda interpuesta por la Unión para las Libertades Civiles en América (ACLU) contra la orden ejecutiva firmada por Trump este viernes, cuya constitucionalidad puso en duda.
La ACLU, una de las organizaciones defensoras de los derechos civiles más importantes del país, puso la demanda después de que dos ciudadanos iraquíes con visados especiales para entrar en Estados Unidos fueran retenidos en el aeropuerto JFK.
Según ACLU, entre 100 y 200 personas han sido detenidas a su llegada a aeropuertos de Estados Unidos desde que Trump firmó la orden este viernes, una semana después de su investidura, aunque el Gobierno no ha confirmado esas cifras.
La jueza concluyó que aplicar el mandato del presidente con el envío de esas personas a su países podría causar un “daño irreparable”, informaron los medios locales.
Con todo, Donnelly no declaró que los afectados puedan permanecer en el país ni se pronunció sobre la constitucionalidad de la medida y fijó una audiencia para el 21 de febrero para volver a abordar el caso.
El mandatario estadounidense rubricó este viernes una controvertida orden ejecutiva para luchar contra el terrorismo yihadista.
El decreto de ley suspende tanto la entrada de todos los refugiados durante 120 días, como la concesión durante 90 días de visados a siete países de mayoría musulmana con historial terrorista -Libia, Sudán, Somalia, Siria, Irak, Yemen e Irán- hasta que se establezcan nuevos mecanismos de escrutinio.
Ese veto provisional provocó el caos y la indignación este sábado, mientras numerosos viajeros veían bloqueado su acceso a territorio estadounidense y se producían protestas en el aeropuerto neoyorquino JFK y en otros puntos de Estados Unidos.
Sin embargo, Trump aseguró hoy que su Gobierno está “completamente preparado” para aplicar la medida, que afecta a más de cien millones de personas en el mundo.
“Está funcionando muy bien. Se ve en los aeropuertos, se ve en todos sitios”, insistió el magnate neoyorquino.