Netanyahu ha anunciado que se toman represalias diplomáticas contra los países que promovieron la votación que condena los asentamientos.
El Gobierno israelí ha cargado contra todos aquellos que han apoyado la votación que condena los asentamientos y advirtió que no tiene intención de acatar la resolución. El viernes 23 de diciembre, el Consejo de Seguridad de la ONU ratificó que las colonias judías en territorios palestinos ocupados carecen de “validez legal” por violar el derecho internacional y refleja el asilamiento exterior por la deriva del Ejecutivo del primer ministro Benjamin Netanyahu.
Por lo tanto, Netanyahu, ha puesto en marcha una ofensiva diplomática sin precedentes al ordenar a sus ministros que durante las próximas cuatro semanas y hasta la toma de posesión de Donald Trump como presidente de Estados Unidos está prohibido viajar a los 12 países que votaron a favor de la resolución. También agregó que sus representantes no pueden reunirse con estos Gobiernos.
Esta medida es consecuencia de la resolución 2334 en el que se declara completamente ilegales las colonias en territorios palestinos. El viernes pasado, Israel sufrió un duro revés cuando recibió todos los votos a favor con excepción de Estados Unidos que renunció a ejercer el derecho del veto y se abstuvo para despejar el camino para la aprobación.
Si bien este acuerdo no tiene carácter coercitivo, si puede acarrear consecuencias legales para Israel si los responsables palestinos lo llevan ante la Corte Penal Internacional. “Israel rechaza la despreciable resolución antiisraelí y no se someterá a ella” afirmaba el primer ministro en un comunicado.
Por ahora, se han congelado relaciones con Nueva Zelanda y Senegal por haber promovido la votación y retiró la financiación a cinco órganos “hostiles”. Además, el primer ministro asegura que la votación en la ONU había sido “sesgada” y que el Gobierno de Obama está detrás de la propuesta. “Los amigos no someten a sus amigos ante el Consejo de Seguridad”, sentencia Netanyahu.