El cristianismo, desde sus inicios, se había extendido por todo el Oriente Medio que era formado por tres países: Siria, Palestina e Irak. Jordania formaba para aquel entonces la gran provincia sur de Siria, y el Líbano la marítima.
Queriendo frenar el cristianismo en Damasco, el fanático fariseo “Saulo” debía cambiar de opinión después de su “visión de Cristo y su llamado” en el año 36, poco antes de su llegada a la ciudad, y Saulo se convirtió en Pablo, el más ferviente de los cristianos y fue predicando la doctrina por todas partes.
El número de los cristianos de Oriente se situaba entre 22 y 25 millones. Antioquía tenía el honor de ser la ciudad cristiana más grande. En Irak, el cristianismo estaba diseminado por todas partes, y fue en Palestina que la fe cristiana era la más ardiente y más completa.
En efecto, gracias a los ex-judíos, tan asombrados y conmovidos por tantas curaciones y milagros de Jesús a quien acompañaban, que el cristianismo se esparció por Oriente y Occidente, y estos primeros cristianos aceptaban de buen grado el martirio al difundir las enseñanzas espirituales del Mesías.
Sin embargo, el Islam invade a nuestra región (636-640), y el gobierno musulmán instalado en Damasco toma medidas drásticas contra los cristianos:
-Pagar, además de impuestos, un tributo a lo largo exorbitante.
-Y sin derecho a una función pública.
Era como arrancarles las alas a las aves del corral.
Los cristianos de Oriente, aterrorizados por estas medidas incontrolables, tenian que adoptar el Islam en su mayoría para poder seguir viviendo dignamente con sus familias, como en el pasado.
Dichas instrucciones fueron adoptadas sin el conocimiento del profeta Mohamad. Así que cuando le fueron anunciadas, él reprendió con severidad a los instigadores de las altas esferas, debido a que el Profeta en su infancia había sido educado y entrenado por el monje al-Buhayri. También, él admiraba las enseñanzas de Jesús, y atestiguaba un gran respeto hacia los cristianos.
Después de toda esta conmoción, es un hecho relativo a estos cristianos islamizados en Siria, y que la historia no menciona: es su estrategia expansiva y sobre todo civilizadora. De hecho, los ejércitos omeyas saliendo de Siria en 700, fueron a la conquista de toda el África del Norte y España en el año 712. Hicieron de la Andalucía en el sur un pequeño paraíso, gracias a todas sus construcciones llenas de obras de arte y delicadeza. Se quedaron allí durante ocho siglos.
¿De dónde salió tanto refinamiento entre los cristianos islamizados? De su contacto continuo con los bizantinos. Se habían convertido en los maestros de Occidente en todos los dominios de la cultura.
En suma, obligar a los cristianos de Oriente adoptar el Islam fue una catástrofe de gran tamaño para la cultura y la civilización. En vez de continuar siendo los maestros de Oriente y Occidente, sufrimos hoy día muchos siglos de atraso frente a este Occidente bien evolucionado. Lo que nos valió numerosas colonizaciones.