19 ene (EFE).- El primer ministro del Líbano, Saad Hariri, y un equipo de la ONU presentaron hoy el plan 2017-2020 de asistencia a los refugiados y llamaron a la comunidad internacional a que preste ayuda económica, informaron medios locales.
“El Líbano necesita de 8.000 a 10.000 millones de dólares para compensar la afluencia de los refugiados” para esos tres años, afirmó Hariri, subrayando que la población local “aumentó de un tercio en los últimos años y la capacidad de recepción del país llegó a su límite”.
El Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) tiene registrados a casi 1,1 millón de sirios, pero se estima que el número real es entre 1,5 y dos millones, lo que hace que esta pequeña nación, que cuenta entre 4 y 4,5 millones de habitantes, sea la que recibe el mayor número de esas personas per cápita.
“La sociedad libanesa abrió sus escuelas, sus casas y sus centros de salud para los refugiados. Un total de 250.000 sirios fueron admitidos en los colegios, y ahora los servicios de salud están colapsados”, agregó.
Asimismo, recordó que no ha habido apenas crecimiento en el país en estos últimos años, y eso “ha debilitado” al Líbano.
Hariri y sus socios estimaron la necesidades para el Líbano este año en 2.800 millones de dólares con el fin de proporcionar asistencia y protección humanitaria a 1,9 millones de refugiados sirios, palestinos y libaneses.
“A pesar de los esfuerzos conjuntos del Gobierno, de la comunidad internacional y de la sociedad civil para mitigar el impacto de la crisis siria en el Líbano y responder a ella, las necesidades de las poblaciones afectadas, tanto desplazadas como de acogida, han superado las capacidades del Líbano y de sus socios”, afirmó la coordinadora para el Líbano de la ONU, Sigrid Kaag, en una nota.
Por su parte, el coordinador para los Asuntos Humanitarios de la ONU, Philippe Lazzarini, declaró que ahora “está claro, cuando la crisis siria entra en su séptimo año, que el Líbano necesita no sólo apoyo frente a ella, sino también para que continúe siendo un eje de estabilidad y un soporte para la reconstrucción de la región”.
Añadió que “se necesita una mayor atención para transformar la crisis en oportunidades y para tratar las limitaciones de desarrollo existentes con las que el Líbano lucha desde hace décadas”.
La pobreza ha aumentado considerablemente en el Líbano, mientras que la ONU estima que dos tercios de los refugiados sirios viven en extrema pobreza en este país.