MOSCÚ (Sputnik) — El ministro del Interior del Líbano, Nohad Machnouk, reveló que los servicios de inteligencia libaneses jugaron un papel clave para desarticular la trama terrorista que planeaba derribar el pasado 15 de julio un avión en vuelo de Sídney a Abu Dabi, en los Emiratos Árabes Unidos.
Machnouk reveló durante una entrevista con la cadena Al-Arabiya Al-Hadath, cuyos fragmentos se recogen en su cuenta personal de Twitter, que el plan iba a ser ejecutado en un vuelo de Emirates por un terrorista suicida libanés, Tariq Khayat, en conspiración con tres hermanos residentes en Australia, pero agentes de inteligencia libaneses estaban siguiéndole.
Hasta ahora se creyó que el blanco de los terroristas era un avión de otra aerolínea emiratí, Etihad Airways.
Los integrantes de la célula, detrás de la cual estaba el denominado Estado Islámico (ISIS, la organización terrorista proscrita en Rusia y otros países) desistieron de introducir una bomba disfrazada de picadora de cocina en la maleta de Tariq, según el ministro, porque su peso habría parecido sospechoso, así que el individuo subió a bordo sin el artefacto explosivo.
Sus hermanos pasaron a diseñar entonces un dispositivo para dispersar en una zona concurrida sulfuro de hidrógeno, un gas altamente tóxico, hasta que fueron detenidos por la policía australiana, que se enteró de la trama a través de colegas en otros países que habían interceptado comunicaciones entre la célula de Sídney y sus contactos en el Estado Islámico.