MADRID, 27 Ago. (EUROPA PRESS) – Los servicios nacionales de seguridad libaneses están prácticamente convencidos de que ocho soldados libaneses secuestrados en 2014 por el Estado Islámico ISIS están muertos, según ha anunciado el jefe de la agencia, el general Abbas Ibrahim, tras informar del hallazgo de varios cadáveres que se corresponderían con los de los militares.
Ibrahim ha confirmado la recuperación de seis cadáveres de los soldados y faltarían dos por desenterrar. La certeza de su identidad es casi absoluta a falta de la verificación por las pruebas de ADN, según declaraciones recogidas por el portal de noticias Naharnet.
Los militares fueron secuestrados hace tres años cuando los yihadistas capturaron temporalmente la ciudad libanesa de Arsal, en la frontera con Siria. Falta por saber qué sucedió con un noveno compañero, al que se da por desaparecido a todos los efectos.
“Terminamos este caso con capítulo oscuro”, ha lamentado Ibrahim ante las familias de las víctimas, antes de reconocer que su oficina ya contaba con información no confirmada de febrero de 2015 que daba por muertos a los soldados.
“En mi nombre, y en nombre del Estado Mayor, quiero enviar un inmenso agradecimiento a las familias de los fallecidos por su aguante y su paciencia. Tienen que estar orgullosos de sus hijos”, ha declarado Ibrahim, quien aprovechó para confirmar que los cadáveres fueron hallados en “territorio libanés”.
Es probable que los militares hayan sido encontrados en Qalamun, donde los ejércitos de Siria y Líbano, así como el partido-milicia chií Hezbolá habían anunciado este domingo un alto el fuego en su ofensiva contra el grupo yihadista Estado Islámico con el objetivo precisamente de aclarar el paradero de los soldados.
Miembros de Estado Islámico y del Frente Fatá al Sham –antiguo Frente al Nusra– se encuentran desplegados en la montañosa frontera entre Líbano y Siria y han utilizado el terreno para lanzar ataques contra las fuerzas de seguridad libanesas.
En su principal ofensiva, en 2014, miembros de Estado Islámico y el Frente al Nusra irrumpieron en la localidad libanesa de Arsal, capturando a decenas de soldados y policías libaneses. Posteriormente decapitaron y fusilaron a varios de ellos, antes de liberar al resto en diciembre de 2015.
El Ejército de Líbano y Hezbolá –aliado del Gobierno sirio– han llevado a cabo numerosas operaciones contra los yihadistas para intentar evitar su infiltración y que perpetren atentados en el país.