La Corte de Casación de Egipto absolvió a Hosni Mubarak de complicidad en la matanza de cientos de manifestantes durante el levantamiento de 2011.
La sentencia fue emitida luego de que el mismo tribunal egipcio decidiera repetir por segunda vez el juicio por irregularidades que ocurrieron hace casi tres años en el proceso.
La corte enfatizó que no hay lugar a nuevas apelaciones, pues una corte condenó a Mubarak a cadena perpetua en 2012 por reprimir brutalmente las protestas pacíficas, pero dos años después, un tribunal egipcio declaró no culpable a Mubarak.
El exmandatario egipcio rechazó todos los cargos en su contra y aseguró a la Justicia que nunca fue implicado en la muerte de los manifestantes.
Mubarak y sus dos hijos, Alaa y Yamal, fueron condenados por la Justicia egipcia a tres años de prisión por destinar millones de dólares de fondos públicos a renovar sus residencias privadas.
Mubarak reposa hasta la fecha en un hospital militar y sus hijos se hallan en libertad.
Según analistas, no se ha revelado como una prioridad del poder actual hacer que los corruptos del régimen paguen por sus crímenes con la cárcel.