Han pasado 9 años desde que el Líbano celebró unas elecciones parlamentarias. Esta semana se han abierto los registros para las candidaturas y han comenzado las campañas electorales. Superados los obstáculos, tras casi una década, las elecciones parlamentarias tendrán lugar el próximo 6 de mayo.
El partido de Hezbolá es uno de los primeros partidos en comenzar su campaña electoral.
Con la nueva ley electoral, muchas cosas han cambiado y el ciudadano libanes, mayor de 21 años, tendrá que aprender a votar. En marcha están programas televisivos o talleres.
Atrás quedaron las papeletas preparadas en casa. Hoy el sistema es proporcional, con listas y un voto preferencial para evitar las llamadas “listas minadas”.
Los 128 asientos del Parlamento se distribuyen según un reparto de representación confesional entre cristianos, musulmanes y demás confesiones minoritarias.
Independientemente de la religión, el elector puede votar cualquier candidatura siempre y cuando sea del mismo distrito electoral. Todo esto tendrá lugar si se logra sortear ciertos obstáculos en esta carrera.
El nuevo mecanismo electoral deja atrás el sistema mayoritario. Esta vez el candidato o candidata deberá presentarse en una lista.
Queda, sin embargo, el eterno debate crítico con un compás democrático demasiado confesional.