Las calles del Líbano se inundaron de fieles por Ashura. Según el secretario general de Hezbolá, Hasan Nasrallah, es un buen momento para sacrificarse por la lucha contra el mal.
El día de Ashura es sinónimo de duelo y llanto por el martirio del Imam Husein (la paz sea con él), el nieto del Profeta del Islam, el Hazrat Mohamad (P) e hijo del Imam Ali (P). En el barrio beirutí de Dahiya, musulmanes chiíes conmemoraron el asesinato de Imam Husein (P) en la batalla de Karbala.
La descendencia directa del Imam Husein (P), de la familia del Profeta del Islam, le costó la vida. Negó jurar fidelidad al califa omeya Yazid y el décimo día del mes lunar de Muharram fue martirizado.
Los colores rojo, verde y negro tiñen las calles. Rojo por la sangre derramada, verde por las túnicas del Imam Husein (P) y negro por el luto. También está el amarillo del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), cuyo secretario general, Sayed Hassan Nasrallah, dedica un discurso analizando la situación en prácticamente todo el mundo.
En este día de Ashura, los fieles chiíes recuerdan su compromiso para combatir el mal autosacrificándose, tomando como modelo al Imam Husein (P), aclamado como Rey de los Mártires.