Carlos Slim, el magnate de las telecomunicaciones, es considerado el hombre más rico de México. Es dueño de grandes empresas de talla internacional, como América Móvil y Grupo Carso. Tiene una fortuna estimada en USD 55,930 millones, según la revista especializada en temas financieros Forbes.
Incluso, Slim fue considerado como el hombre más rico del mundo durante cuatro años seguidos, de 2010 a 2013, aunque poco a poco ha ido bajando escalones, hasta llegar, actualmente, a la posición 16 a nivel mundial.
Sin embargo, a lo largo de la vida de Slim hubo episodios amargos que seguramente son difíciles al recordarlos. Uno de ellos fue la muerte de quien fuera su esposa por más de 30 años, Soumaya Domit Gemayel, quien falleció en 1999 debido a problemas renales. Aunque unos años atrás, en 1997, Slim también tuvo algunos problemas de salud que lo tuvieron al borde de la muerte.
En octubre de aquel año, el empresario volvió de la muerte en tres ocasiones, luego de haber sido sometido a una cirugía de corazón en Houston, Texas.
“Slim en varias ocasiones estuvo al borde de la muerte por problemas cardiacos, los cuales lo llevaron al quirófano en situaciones de urgencia. Él mismo presume de que viajó al más allá y regresó milagrosamente”, contó José Martínez, biógrafo de Slim, a la agencia EFE tras primeras intervenciones.
Martínez, escribió una de las biografías más completas del magnate mexicano de ascendencia libanesa. “Carlos Slim, retrato inédito”, relata algunos momentos de los momentos cercanos a la muerte que millonario.
Los primeros problemas de Slim surgieron en 1992, cuando contaba con 52 años, y aunque aún no era conocido como el Rey Midas mexicano, ya era considerado uno de los hombres más ricos de México. Apenas un año antes, en 1991, había ingresado a la lista de Forbes, con una fortuna de USD 1,700 millones, y un par de años atrás, en 1990, había adquirido Teléfonos de México (Telmex). En ese año, Slim se sometió a una cirugía cardiovascular en la Ciudad de México.
En aquella ocasión, el empresario había tenido un problema con un aneurisma que le provocó un derrame en el corazón, lo que hizo que fuera internado en el hospital Humana, con el nombre de Carlos Delgado (que traduce como Slim en inglés), con la finalidad de evitar cualquier acoso de los medios de comunicación, aunque no quedó totalmente bien de esa cirugía.
Ese mismo año Slim agravó de nueva cuenta, pero gracias a la oportuna intervención de Soumaya Slim, su hija, quien lo trasladó de emergencia a Houston, fue salvado por los médicos. Cinco años más tarde, en octubre de 1997, el empresario volvió al hospital por su propio pie por un aneurisma aórtico, por lo que fue sometido a una intensa operación en la que desaparecieron sus síntomas vitales en tres ocasiones, e incluso, uno de los médicos salió del quirófano a anunciar “señores, Carlos Slim ha fallecido”.
Sin embargo, de manera milagrosa, Slim volvió a la vida y se mantuvo en recuperación por tres meses y medio, lo que desató rumores sobre su supuesta muerte, como lo dio a conocer el propio Martínez.
“No obstante, el ingeniero milagrosamente volvió a la vida y se mantuvo en recuperación durante tres meses y medio, lo cual provocó una serie de rumores en los que se llegó incluso semanas después del suceso a especular con el ‘fallecimiento’ del magnate”, dijo el biógrafo.
También explicó que una ocasión en la que Slim se encontraba en el proceso de recuperación, se comunicaba con los miembros de su primer círculo de sus colaboradores y estaba al tanto de todos sus negocios.
El problema de salud del empresario llegó a los medios de comunicación y causó revuelo en los círculos financieros en noviembre de 1997, cuando el nerviosismo invadió las casas de bolsa debido a un reporte por la supuesta muerte de Slim.
Altos ejecutivos de Grupo Carso y Teléfonos de México salieron a desmentir rumores y aclarar que el magnate se encontraba en recuperación de una cirugía, pero que pronto se reintegraría a sus actividades.
La noticia incluso se extendió a Nueva York, por lo que ejecutivos de Grupo Carso detuvieron los rumores anunciando que en efecto, Slim había sido sometido a una cirugía cardiovascular, pero que el peligro ya había pasado y que en unas semanas retomaría sus actividades cotidianas.
El biógrafo de Slim, José Martínez, declaró a EFE que la experiencia que tuvo Slim y que lo mantuvo al borde de la muerte lo hizo reconsiderar su propio estilo personalizado y casi secreto de hacer negocios, por lo que comenzó a delegar poder entre sus herederos y estableció los mecanismos para dejar su fortuna a sus hijos.