El juez encargado del caso por las explosiones registradas en agosto de 2020 en el puerto de la capital de Líbano, Beirut, ha afirmado que espera haber determinado en un plazo de dos meses las causas del suceso, que dejó más de 200 muertos y enormes daños materiales en la ciudad.
“El aparato técnico de la investigación será cerrado y en las próximas semanas arrancará la fase de citación de las personas objeto de pesquisas”, ha dicho, antes de resaltar que se da dos meses “para determinar las causas de la explosión de forma final y decisiva”.
Así, ha detallado que las pesquisas se centran en tres hipótesis, entre ellas “un error en los trabajos de soldadura de la puerta de un hangar, que habría provocado el incendio y posteriormente la explosión”, según ha recogido el diario libanés ‘L’Orient le Jour’.
Bitar ha resaltado que las otras dos hipótesis que se barajan son “un acto de seguridad o terrorista intencionado en el interior del puerto” y “un bombardeo aéreo con un misil”, si bien ha destacado que “una de estas hipótesis ha sido descartada al 70 por ciento”, sin decir a cuál de ellas se refiere.
El juez ha manifestado además que adoptará “todas las medidas contempladas por la ley” para citar a posibles responsables políticos y ha reiterado de su promesa de que “cualquiera que sea juzgada culpable de colusión o negligencia no quedará impune”
“La ley es clara. Los diputados no pueden ser citados por la Justicia, salvo que sean pillados en delito flagrante, en cuyo caso hay un plazo de ocho días en el que se les puede retirar la inmunidad parlamentaria”, ha explicado.
Las palabras de Bitar han llegado cuatro días después de que las autoridades francesas entregaran a Beirut un informe “preliminar” sobre las causas de las explosiones en el puerto de la capital, cerca de diez meses después de la tragedia.
Bitar fue nombrado para el cargo a mediados de febrero, después de que el Tribunal de Casación aprobara el cese de su predecesor, Fadi Sauan, tras aceptar la petición presentada por los exministros Alí Hasán Jalil y Ghazi Zeaiter, que acusaron de incompetencia al juez.
Las investigaciones en torno a las explosiones fueron suspendidas en diciembre a raíz de la negativa del primer ministro en funciones, Hasán Diab, y varios exministros imputados –Jalil, Zaeiter y Yusef Fenianos– de ser interrogados por Sauan.
Las explosiones tuvieron lugar en un momento en el que Líbano atraviesa una grave crisis económica y desencadenaron una nueva oleada de protestas que se saldó con la dimisión de Diab, sin que hasta la fecha se haya pactado la formación del nuevo Ejecutivo.