Hariri subraya que Hezbolá “es un asunto regional, y no sólo libanés”

El primer ministro de Líbano, Saad Hariri, ha subrayado este jueves que el partido-milicia chií Hezbolá “es un asunto regional, y no sólo libanés”, pidiendo a Israel que “no culpe al Líbano por esto”.

“Israel se dirige al Estado libanés en un asunto que es de índole regional”, ha dicho, resaltando que “los intentos de Israel de apuntar su cañón hacia el Líbano son una mala decisión por su parte”.

Sin embargo, tras ser preguntado sobre si la presencia de Hezbolá en el sur del Líbano es la razón de la postura de Israel al respecto, ha argumentado que “Israel tiene sus intereses y ha llevado a cabo varias guerras”, añadiendo que “todos los árabes deben resistir ante Israel”.

El primer ministro libanés pidió el 13 de marzo al Ministerio de Exteriores que preparara una queja ante Naciones Unidas por las “reiteradas amenazas” de Israel contra el país.

“Las reiteras amenazas por parte de funcionarios del Gobierno israelí y en los medios contra los civiles del Líbano y sus instituciones legítimas e infraestructuras pretenden encubrir las constantes violaciones por parte de Israel de la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas”, dijo.

Por ello, solicitó al titular de la cartera de Exteriores, Gebran Bassil, “que prepare una lista de estas posturas oficiales de Israel anunciadas en los medios y que prepare una carta detallada sobre ellas para el Consejo de Seguridad de la ONU”.

En las últimas semanas, varios altos cargos israelíes han hecho referencia a posibles ataques contra infraestructuras civiles del Líbano en caso de que estalle un conflicto con Hezbolá.

En febrero, el ministro de Inteligencia de Israel, Yisrael Katz, afirmó que, en caso de que Hezbolá atacara el país, “todo el Líbano sería golpeado”, después de varias amenazas por parte del secretario general del partido-milicia, Hasán Nasralá.

Previamente, Nasralá reclamó a Israel que “desmantele” el reactor nuclear de Dimona, advirtiendo de que podría ser objetivo de un ataque.

Asimismo, señaló que “Israel continúa emitiendo amenazas contra el Líbano y habla de una Tercera Guerra de Líbano o lo que hará durante la misma”, resaltando que “se escuchan estas amenazas desde el final de la guerra de julio de 2006”.

El mismo 13 de marzo, el ministro de Educación israelí, Naftali Bennett, ha dicho que “las instituciones libanesas, su infraestructura, su aeropuerto, sus instalaciones eléctricas, sus carreteras, sus bases militares… deben ser objetivos legítimos si estalla una guerra”.

“Eso es lo que debemos estar dispuestos a decirles a ellos y al mundo. Si Hezbolá dispara misiles contra Israel, significaría arrastrar a Líbano a la Edad Media”, ha remachado.

LA INTERVENCIÓN DE HEZBOLÁ EN SIRIA

Por otra parte, Hariri se ha mostrado en desacuerdo con el argumento del partido-milicia de que su intervención en Siria “ha protegido al Líbano del terrorismo”, según ha informado el diario local ‘An Nahar’.

“Cuando te implicas en el conflicto en Siria, traes a esta lacra a tu país. No debieron haber intervenido, porque la lacra vino después de su intervención”, ha remachado.

La participación en la guerra de Hezbolá es presentada por el movimiento tanto como una defensa ante los yihadistas suníes en Siria que han prometido exterminar a todos los chiíes, en referencia principalmente a Estado Islámico, y como vía para proteger al bloque regional respaldado por Irán que ha sustentado a Hezbolá desde hace tiempo.

Hezbolá se ha convertido en un actor indispensable de la coalición de fuerzas respaldadas por Irán y Rusia que ha sido fundamental para mantener al presidente sirio, Bashar al Assad, en el poder y para combatir al amplio abanico de grupos rebeles y yihadistas que buscan derrocarle.

La participación del partido-milicia en el conflicto supuso una violación de la Declaración de Baabda, firmada por todas los partidos políticos del país, que estipula la neutralidad del Líbano ante los eventos en la región, limitando su papel al control de la frontera y el tráfico de armas y combatientes.