El Líbano ofrece a expatriados paraíso impositivo para atraer inversión

Aoun reiteró su optimismo de la evolución del país en los últimos seis meses, luego de asumir la presidencia el 31 de octubre, al recibir en el palacio de Baabda a los delegados de unos 100 países asistentes a la cuarta conferencia Energía de la Diáspora Libanesa (LDE, siglas en inglés).

En un acto con expatriados más reducido, el mandatario señaló el viernes que la economía va progresando y urgió a los libaneses y sus descendientes residentes en el exterior a que ‘no escuchen las voces de los escépticos que buscan obtener dividendos políticos’.

‘Las situaciones económica y financiera están mejorando gradualmente y las negatividades acumuladas no pueden eliminarse en sólo seis meses del nuevo mandato presidencial’, alegó al pedirles creen en que ‘estamos trabajando a varios niveles para que El Líbano pueda recuperar sus capacidades’.

Aseguró que en el último semestre hubo un incremento de los recursos del Estado y un declive significativo del despilfarro. ‘No necesitan preocuparse o temer por el futuro del Líbano y su situación financiera’, apuntó.

El jefe de Estado respondía así a declaraciones hechas horas antes por el excandidato presidencial y líder del movimiento cristiano Marada, Sleiman Franjieh, quien consideró fracasada la gestión de Aoun y dijo estar ‘entristecido por lo que está ocurriendo en el país’.

Por su lado, el ministro de Relaciones Exteriores y promotor de la conferencia LDE afirmó que su nación es ‘la encarnación del conocimiento, y esa es su verdadera riqueza, al tiempo que la presentó como ‘un paraíso de (bajos o cero) impuestos que facilita el comercio y la inversión’.

Más de dos mil personas de 100 países asistieron desde el jueves pasado a la cuarta reunión de la diáspora libanesa, un foro con marcado propósito de explorar y movilizar recursos de los expatriados con actividades destacadas en sus países de residencia, básicamente empresariales y políticas.

La conferencia concluyó ayer los debates y discursos, pero este

sábado los participantes visitaron al presidente Aoun y luego viajaron a la norteña localidad de Batroun, tierra natal del canciller Bassil, donde inaugurarán casas de las diásporas brasileña, estadounidense, emiratí y canadiense.

En dicha aldea ya están en funcionamiento las casas de la diáspora libanesa-mexicana y libanesa-africana, resultados de acuerdos alcanzados en la conferencia anterior.

Uno de los participantes en la reunión fue la ministra de Relaciones Exteriores de Madagascar, Beatrice Atallah, también de origen libanés y quien aprovechó su visita al país para firmar ayer con Bassil un acuerdo para el establecimiento de relaciones diplomáticas entre ambas naciones.